martes, 17 de febrero de 2009

El disfraz…

Hoy, seguramente, se consolida en Venezuela la instauración de la dictadura civil vitalicia. No se trata, ciertamente, de Julio César cruzando el Rubicón, ni de la fundación de una nueva civilización que recordarán las próximas generaciones: es un vulgar acto caudillar de ejercicio de fuerza basado en la frustración, la inmadurez y la ignorancia mayoritaria de una sociedad atrasada.
Es la cabeza de un proyecto regional de entronización de dictaduras vitalicias, con mucho verso de mala calidad y poco contenido de futuro, ¡salvo la supervivencia del caudillo! Y no hay que hurgar mucho para demostrar su ausencia de futuro. Lo más fácil, ciertamente, es comenzar con el prestamista de ideología, Cuba, que acaba de cumplir cincuenta años, ¡nada menos!, de revolución socialista, y a lo más que pudo llegar fue a tuerca en el engranaje de la guerra fría. Cualquier analista objetivo que tenga la oportunidad de ver la Cuba de hoy –por mucha simpatía que le hubiera tenido a Castro y a la derrota de la vergüenza batistiana-, constata con pena la situación de los cubanos y sus niveles de vida. Si en el país orgulloso de haber sido el primer territorio libre de analfabetismo no puedes leer lo que te da la gana, ¡tu alfabeto es inútil!
Diez años de Chávez en Venezuela. ¿No sería tiempo ya, de mostrar la nueva Venezuela con “socialismo del siglo XXI” que, por muchos discursos que nos den, no es mejor, ni más avanzada, ni su régimen menos corrupto que la de antes de Chávez? La única diferencia es que ahora hay quien se quede para siempre…
¿Alguien, sin caer en grados extremos de imbecilidad, cree que Bolivia está progresando, que se está insertando en la modernidad, que los hijos de Choquehuanca, que los indiecitos del Altiplano o los blanquitos de Santa Cruz, tienen asegurado un mejor futuro? Es posible que los hijos de algunos que hoy están en el poder tengan asegurados algunos años de agradable supervivencia…si trabajan en YPFB o contrabandean camiones. ¡Igualito que los hijos de privilegiados y ladrones anteriores!
Lo nuevo en este diseño latinoamericano es que los proyectos de dictadura vitalicia han encontrado un disfraz fantástico: la consulta popular. Y al canalizar esa mágica combinación de rabia e ignorancia masivas, han logrado envolver el proyecto totalitario en un papel llamativo -eso es el referéndum- que le otorga legitimidad pero que no le cambia el contenido. Como, además, se trata de regímenes que ya han pasado sus primeras pruebas de confrontación con espectaculares derrotas de su oposición, su ejercicio del poder tiene cada vez menos límites y controles. Y tienen un seguro adicional: hoy, en América Latina por lo menos, por situación internacional, por protección de intereses, por cálculos de hegemonía regional, por unanimidad de rechazo y por inviabilidad estatal, es técnicamente imposible la realización de golpes de estado. El último, contra Chávez, fue la incompetencia condensada.Y, ¡por favor!, que los fenomenales teóricos de las grandes mayorías, no me salgan con que esas mayorías son definidoras de democracia. De todos los regímenes totalitarios que conozco, independientemente de su ideología y del color de las camisas, prácticamente todos contaron con impresionante apoyo popular.
Que nadie me haga creer que Franco, Mussolini, Hitler o Fidel no eran populares… ¡pero que, por favor, no me cuenten que eran demócratas!
Cayetano Llobet

2 comentarios:

alvaro281 dijo...

separatista de mierda, cochabamba no es autonoma, Bolivia unida carajoo!!!!

Chris dijo...

Alvaro281:
Por tu educación y vocabulario, asumo que eres masista.
Tu palurdez e imbecilidad te impiden ver, que es tu pandilla de corruptos y contrabandistas la que quiere destruir nuestra integridad territorial con sus
"naciones indígenas racistas".
Asi que si es que no eres asalariado masista, cállate y deja a Cochabama libre de racistas relocalizados aymaras.