jueves, 28 de mayo de 2009

Lobos hambrientos


Los dictadores bolivarianos son como los lobos hambrientos, que no buscan comida, sino poder. Su futuro está condenado al fracaso, porque al demostrar públicamente sus fallas mentales, ambición y su demagogia llena de estupideces, quedan mal frente al mundo civilizado e inclusive con los que cursaron algunos años en la escuela primaria.
Sus currículum y de los que los acompañan son pobres y en su desesperación para mantenerse en sus cargos no se dan cuenta que amenazando e insultando no merecen ser presidentes, ni siquiera lideres de más bajo nivel.
Por el fracaso de su proyecto gasífero con Lula, para justificar el préstamo de 4.3 billones de dólares obtenidos del Banco de Brasil, con la “garantía de sus reservas petroleras”, Chávez prometió no nacionalizar las empresas Brasileras que operan en Venezuela. Sin embargo expropió la siderúrgica argentina Techint y los medios de prensa de Argentina lo acusan por discriminar y atentar contra los intereses de los gauchos. Su disculpa que “lo dijo en broma” lo dejo peor que antes con ambos países.
El camaleón José Miguel Insulza tuvo también su revés, ya que su propuesta para que Cuba reintegre la OEA, no tuvo respaldo entre los países participantes y como todos sus protegidos bolivarianos, demostró que no se merece el cargo que tiene en esta organización. Fidel Castro lo conoce mejor, al afirmar que no le interesa participar en una organización de burócratas inservibles.
A Evo Morales no le va mejor, ya que la implementación del Padrón Biométrico está en problemas, por lo cual legalmente las próximas elecciones no podrán ser llevadas a cabo. Como se esperaba el atrevido masista Gustavo Torrico, develó el objetivo de su partido, manifestando que estas elecciones se llevaran a cabo con o sin el mencionado padrón.
En la visita que hizo Enrique Santos Presidente de la Sociedad Interamericana de Prensa a Evo Morales, dijo "que en ningún país del mundo puede haber auténtica democracia sin prensa libre". Sin embargo la SIP concluyó que existe un clima tensionado entre el gobierno y la prensa, el mismo que polariza las relaciones. Evo se defendió y trató de aparecer como víctima de la prensa nacional que lo acusa sin razones, pero hay que disculparlo, porque en su trayectoria nunca supo lo que son la libertad, ni la democracia.
Su honesto gobierno y su política transparente se desvirtuaron nuevamente, porque además de las corrupciones, contrabando y otros actos delictivos de sus más allegados colaboradores, ahora la Aduana Nacional anunció que procesará 143 funcionarios por corrupción, asimismo la Alcaldía del Alto despidió a 15 empleados por corruptos también. No hay duda que en este gobierno es imposible encontrar personas honestas.
El camionero Juan Ramón Quintana, además de contrabandista es ahora el portavoz oficial del gobierno y acusó a los Estados Unidos y a la Unión Europea de financiar con jugosas sumas de dinero a las campañas electorales de los opositores, si bien estos todavía no han decidido nada ni tienen candidato.
A las acusaciones de parte del servicio secreto de Israel, el Ministro Quintana, después de negar la existencia de uranio en Bolivia y hacer lo que el tan bien lo hace, o sea insultar a este país, resulta que existen yacimientos de este mineral en varias partes del Altiplano.
El convenio firmado por Evo Morales con un diplomático de Irán, es la prueba de estas intenciones terroristas, pero seguramente que el gobierno quería negociarlo para beneficiarse ellos mismos al venderlo a Irán, por esta razón lo tuvieron en secreto. El altamente capacitado cosmólogo David Choquehuanca, informó que pedirá explicaciones en una “nota verbal” o es nota o es verbal a Israel, pero se olvidó que por las órdenes de Chávez, Bolivia expulsó al embajador de este país y prácticamente rompió relaciones con Israel.
El alcalde sin miedo con una idea genial anunció que los puentes Trillizos de La Paz, tendrán cuatro carriles en lugar de los dos originalmente diseñados. Lo que la alcaldía decidió es disminuir el ancho de los carriles y dividir este puente en cuatro. Con la experiencia de los choques que ocurren diariamente en el país, este cambio hará que los choques frontales sean más frecuentes y que los vehículos caigan del puente, lo que será más dramático.
Para hablar de los avances económicos del gabinete, basta seguir las noticias de la FELCN. Nuevamente decomisaron un camión que provenía del Chapare, con casi media tonelada de pasta y cocaína pura. Al flaquear las exportaciones y las ventas del gas, no hay duda que el gobierno de Evo Morales y compañía, apostó a esta droga para pagar sus bonos y financiar su campaña electoral.
Alejo Veliz fue el más directo al rechazar lo afirmado por Isaac Avalos, en el sentido que Evo es el libertador del pueblo, indicando que es libertador del narcotráfico, la corrupción y de los loteadores, que divide al país y compra dirigentes campesinos. Denuncia también que el presidente escogió a Isaac Avalos para dignificar su figura política. Sin embargo cada día hay menos aduladores que le hagan este trabajo.
Roberto Gonzales Scott

domingo, 17 de mayo de 2009

¿Qué Estado?



Es un desierto de institucionalidad. La Corte Suprema descabezada y casi el total de sus miembros sometidos a juicio. Ya no existe el Tribunal Constitucional y tampoco el Consejo de la Judicatura. El control legislativo está pactado. La Contraloría General ha sido entregada a un parlamentario del gobierno, la Constitución vigente no fue aprobada por la Asamblea Constituyente, el Presidente cuenta con seguridad y transporte extranjeros. ¿Alguien, en las actuales circunstancias, puede dudar de la realidad del proceso de desinstitucionalización del Estado?

Evo Morales está culminando, de manera impecable, el proceso de desmantelamiento que inició Banzer el 2000 y que continuaron con asombrosa estupidez y coherencia, Tuto Quiroga, Goni Sánchez de Lozada, y Carlos Mesa. Con distintos discursos y con disfraces ideológicos supuestamente diferentes, todos ellos han trabajado en el mismo sentido, cavando lo que ellos creyeron túnel y que, en realidad es un hueco sin salida.

Es posible que los “teóricos” del actual régimen sostengan que precisamente se trataba de desmantelar el Estado anterior, para dar lugar al nuevo. Y es aquí donde surge el problema básico del analfabetismo político: no tienen la menor idea de lo que es un proyecto, un modelo de Estado. Y no lo van a tener, porque ellos creen, están convencidos, de que ya lo tienen. No saben que el régimen del caudillo es sólo un sistema vertical de obediencia, de sumisión, de ausencia de crítica, de discusión y de dudas, basado en las órdenes, aquiescencias o autorizaciones del Jefe -perdón, ¡del Jefazo!-, sin límites y sin controles, con una legitimación plebiscitaria surgida del atraso, la ignorancia y la rabia secular. No es un modelo de Estado: es el ejercicio del poder en todas sus manifestaciones. Es tan arbitrario, que ni siquiera siente la necesidad de adaptar formas y actuaciones a su propia referencia constitucional. No hay modo de interpelarlo.

Las revoluciones de verdad tienen proyecto de Estado. Lo tuvieron los liberales a principios del siglo XX, lo tuvo el MNR en 1952. Que su proyecto razonablemente burgués no culminó en la consolidación del Estado Nacional, es otra cosa. Lo tuvo la revolución cubana. Que hoy estén fregados porque apenas les alcanza para comer, es indicativo del fracaso de su modelo de Estado, ¡pero tuvieron modelo! Y porque lo tuvieron, es que generaron una nueva institucionalidad. Aquí no hay nada, porque la única institución es el caudillo. Y se hace lo que Evo dice. En política exterior, él define, en su peculiar visión de la diplomacia, quién es el aliado y quién el adversario. Él define la política militar y la policial. El define, en política interna, quién es su enemigo: por eso la necesidad de recurrencia a las amenazas a su vida. Porque él es el conjunto de instituciones. Evo es el Estado. Es decir, ¡no hay Estado! Todas las referencias institucionales de una sociedad moderna desaparecen. Por eso la necesidad de acudir a un discurso arcaico, enaltecedor de pasados imaginarios. Mientras el progreso y la modernidad tocan otras puertas, Evo, con más terquedad que sus antecesores, sigue cavando el mismo hueco. Mientras más hondo cava, más feliz se muestra de su tarea, rodeado de aplaudidores y adulones. Nosotros, el país, cada vez más lejos de la luz, cada vez con menos aire que respirar. En la lista de cavadores, Evo está resultando, de lejos, el mejor. En Bolivia, no hay que preguntar por la existencia de Estado... ¡sino por la profundidad del agujero!


Cayetano Llobet

sábado, 9 de mayo de 2009

El enemigo...


Se diseña el perfil, se dibuja una suerte de retrato hablado, se cargan las tintas, se le atribuye la autoría de todos los males, se congrega la opinión contra él, se hacen cruzadas, se organizan campañas, se preparan las condiciones para su aniquilación. Ése es el nudo de la política: la definición del enemigo.
Depende de la coyuntura y de las circunstancias. Si se acude a una sociedad que vive la sensación de haber sido históricamente humillada es más fácil. La necesidad de venganza se convierte en un ingrediente maravilloso para combatir al enemigo. Se lo puede pintar de rojo o de judío. En los 70, en América Latina –parte del mundo occidental y cristiano-, ser rojo equivalía al sello de la estrella de los judíos en Alemania. Las cosas van cambiando y, en esta misma América Latina, son los de rojo los que definen y dibujan al enemigo: la boina roja, la camisa roja, los ponchos rojos. Los otros, todos los que no están con ellos, son el enemigo. La definición es automática: si no estás con ellos, eres oligarca, terrateniente, mensajero del pasado, fascista, terrorista, separatista y, ¿por qué no?, agente de la CIA.
Hasta hace unos meses, en versión oficial del gobierno boliviano, el jefe de la conspiración contra Evo Morales, era el mismísimo embajador de los Estados Unidos. Philip Goldberg. Había sido entrenado en Kosovo para repetir la experiencia separatista en Bolivia, ¡ni más ni menos! El enemigo era el Imperio... ¡gran definición! Supuestamente, después de la aniquilación del enemigo –expulsión del embajador-, la conspiración, el separatismo y el Imperio estarían liquidados. Tanto, que en señal de sumisión y en reconocimiento de la derrota, el ex-Presidente de los Estados Unidos, James Carter, volvería a Bolivia una próxima vez, ¡a cosechar coca!Resulta que la conspiración no terminó. Y en medio de una comedia de locura -con locos de verdad, enfermos de sangre, aventura y figuración-, surge el nuevo enemigo en versión “croata-rumana-húngaro-irlandesa-camba”, magnicida y separatista. Más fácil para el gobierno, imposible. Con semejante libreto y tales protagonistas, la definición del enemigo es juego de niños.
Cierto, habrá que admitir que la dirección política regional de Santa Cruz, ha redactado el compendio más completo de errores, desatinos y chambonadas. Desde lo que nunca explicó: el mismo Rubén Costas, protagonista y firmante del acuerdo de seis departamentos para rechazar el referéndum revocatorio (24 de junio del 2008), es el firmante, ¡diez días después!, del acta de capitulación de Santa Cruz, en la mañana del 4 de julio, sellando la derrota de la oposición regional. Después de dos largas reuniones con Tuto Quiroga, en conferencia de prensa, anuncia la conformidad de Santa Cruz con el revocatorio, sin ninguna consulta con los otros prefectos. Pueden dar testimonio Manfred Reyes Villa en la soledad de su rechazo y Leopoldo Fernández, desde su celda en San Pedro. Hoy, y hay que decirlo con la mayor claridad, la dirigencia cruceña está pagando cara una factura que el gobierno tenía preparada. Dirigencia regional que, en sus diferentes versiones –cívica, política y cooperativista-, ofreció el perfil soñado para el que quiera definir a un enemigo.
Y lo más grave: siguen creyendo que es un problema regional. No se termina de asumir que la región es sólo una circunstancia aprovechable, pero momentánea. Porque la definición del gobierno es más radical, más simple y más jodida: todos los que no son ellos... ¡ése es el enemigo!
Cayetano Llobet

sábado, 2 de mayo de 2009

Dudas...


Cuando sólo se tiene información oficial, está abierto el derecho a la desconfianza. Mucho más, si todo el asunto del supuesto terrorismo se inicia con la ejecución pura y simple de tres individuos, por parte de cuerpos especiales, y más grave aún, si su primera utilización es la del supuesto magnicidio.
Es perfectamente posible, probable y explicable, que a partir de coyunturas como las del año pasado, se hubieran organizado grupos y apoyos dispuestos a acciones armadas. Grupos que, por lo demás y como estamos viendo, han sido infiltrados y delatados. Pero la pregunta de fondo no tiene que ver con la existencia de esos grupos, ni la intención gubernamental parece ser la de su liquidación. De hecho el propio gobierno ha visto complaciente la formación y exhibición documental y fotográfica de otros grupos armados.
Las formas expuestas en la acción gubernamental tienen otro objetivo. La demostración de la existencia de fuerzas especiales, la indiscutible convicción de que tenían orden de matar, las aberrantes formas de detención y traslado de detenidos –maniatados y vendados con cinta adhesiva-, el aviso de existencia de agendas con nombres sospechosos, la amenaza de confiscación de bienes, el traslado de cientos de efectivos militares, tienen un objetivo un claro: ¡hay que meter miedo! Además, en este caso particular el mensaje tiene un destinatario muy preciso: Santa Cruz.Tampoco deja de llamar la atención el uso reiterado de las palabras grandotas: magnicidio, terrorismo y la amenaza de ser “inmisericordes” en el castigo. Y es ciertamente extraño, por lo menos, que lo haga gente -caso García Linera- que en su momento -y aunque no lo hubiera ejercitado físicamente- incorporó a su bagaje doctrinal y teórico el terrorismo como una forma de lucha. ¿Arrepentimiento, hipocresía? Porque estamos hablando de soga en casa del ahorcado...
No hay duda de que mientras estemos frente a una sola verdad, la oficial, estaremos también enfrentados a la posibilidad de que en cualquier esquina aparezcan las ya famosas vagonetas y el consiguiente traslado a La Paz. Daño innecesario que se le hace a una ciudad símbolo de integración y acogimiento, haciéndola aparecer como una obligada sede represiva. Y, desde luego, podrán actuar los encapuchados derribando puertas en las madrugadas. El fabuloso Winston Churchill comentaba que “la democracia es el sistema político en el que, cuando alguien llama a la puerta de calle a las seis de la mañana, se sabe que es el lechero”.El mensaje del miedo es eficaz. Todos los regímenes totalitarios han pasado por la misma experiencia: mientras más miedo generas, menos represión necesitas. No tienes que censurar, la gente se autocensura. No tienes que perseguir, la gente se escapa antes. No tienes que buscar, la gente se oculta. El miedo es más barato que la represión. Sólo tienes que tener un gran aparato mediático que esté machacando en el mensaje oficial, el único mensaje. Y, desde luego, la seguridad de que el conjunto de los ciudadanos no cuenta con las instancias para proteger la integridad de sus derechos. Si, además, cuentas con los grupos de choque que sirven para relevar al gobierno de la responsabilidad de la violencia, has logrado revivir las sociedades del temor. Son los lujos que pueden darse los gobiernos sin control. Suelen tener grandes apoyos populares y base plebiscitaria. En los diccionarios de política entran en la clasificación de “dictaduras”.
Cayetano Llobet