sábado, 29 de noviembre de 2008

Estado de sitio de facto


Estamos viviendo un Estado de Sitio de facto, con allanamiento de propiedades ganaderas que después de haber sido tomadas se dice que están siendo "custodiadas" por militares, con persecuciones políticas, con detenidos que son secuestrados por encapuchados, con anuncios de más y más personas que están destinadas a la prisión, con inaceptables señales de violencia y amedrentamiento a ciudadanos.
Esto es lo que vemos ocurrir frente a nuestros ojos mientras se cumple el calendario electoral para el Referéndum por Constitución marcado para el 25 de enero. Resulta insólito que se haya levantado el Estado de Sitio en Pando y que además de que este departamento continua militarizado hasta los dientes, se hayan iniciado focos de terrorismo de Estado en El Chaco y en Santa Cruz.
Consideremos que entre jueves y viernes de la presente semana se han detenido en nuestra ciudad 5 cívicos tarijeños y 3 unionistas y se tiene información que están a la caza de 6 personas más. En todos los casos se ha procedido al conocido secuestro con encapuchados y el posterior traslado a la ciudad de La Paz, puesto que la justicia se ha recentralizado, tanto así que todo ocurre en La Paz, que además de seguir fungiendo como capital de Bolivia se ha constituido en el centro del control político actual.
Lo que afirmamos no lo hacemos por dañar a las filas del partido gobernante, pues consideramos que tienen los mismos derechos de hacer política, de gobernar, de llegar al poder, de guiar los destinos de Bolivia, pero de igual manera consideramos que no tienen ningún derecho de apropiarse del poder a punta de persecuciones arbitrarias.
El presidente Evo Morales y sus seguidores no tienen derecho a usar el poder de la manera irrestricta, irracional y violenta en que lo están haciendo; en resumen, no tienen derecho a allanarse el camino a fuerza de confrontación y violencia hacia los adversarios que se oponen a sus políticas y que denuncian los actos injustos que se están cometiendo.
Evo Morales está siendo inconsecuente con el país que le dio la posibilidad de gobernar, porque no entiende que los pueblos libres y bien nacidos no son lacayos, porque no entiende que la ciudadanía tiene que ejercer el verdadero control social que necesita una sociedad equilibrada y que esto les da derecho a la denuncia, a analizar la realidad desde varias vertientes y puntos de vista, a ejercer una oposición que contrapese los excesos del poder.
Si Morales nos priva de este saludable ejercicio de control social en democracia, estaría condenando al pueblo de Bolivia a que el abuso procree y se multiplique, porque debemos señalar que el control social no se ejerce con los mismos correligionarios, como el Ejecutivo nos pretende hacer creer, poniendo a sus militantes a controlar las empresas del Estado, eso sólo puede acabar en componenda, complicidad formalizada o lo que quiera denominarse en este sentido, porque los del mismo bando que supuestamente se controlarían acaban corrompiéndose y saqueando todo lo que a nombre de patrimonio del pueblo cae en sus manos.
Alarman los atropellos que se cometen y el saqueo de bienes de privados que se han observado en Pando y en la toma de las haciendas del Chaco en la que se han robado tractores, víveres, han violado cajas de seguridad, han roto antenas y encapuchados guiados por los del INRA han abusado de los trabajadores y por último los han tomado presos por no declararse "esclavos" tal como les sugerían para tener el derecho a la expropiación de las tierras que cumplen la FES.
Que sepamos esto es saqueo y corrupción como lo son los planes de vivienda social que se ha comprobado que son una verdadera estafa al pueblo pobre y al Estado, perpetrada por operados políticos y en cadena y sociedad delictuosa con miembros del Ejecutivo, a los que en vez de castigarlos se los premia, mientras se silencia al pueblo con persecución, cárcel y violencia.
No es verdad que en aras de una supuesta "revolución" se tengan que aceptar abusos y robos que embanderados en el "proyecto de cambio" se cometen desde las filas del gobierno; esto es sólo una excusa, un justificativo, son cuentos chinos que sólo sirven para seguir dando pie al saqueo.
Por otro lado, es totalmente reñido con la constitución que encontrándonos en periodo previo a un Referendum sumen y sigan las persecuciones políticas y los encarcelamientos. Nos encontramos viviendo un Estado de Sitio de facto, sin que existan las más mínimas condiciones para ir a las urnas, razón por la que en apego a la ley este referéndum debería suspenderse hasta que se restituyan las libertades y las garantías personales.
Centa Reck

lunes, 24 de noviembre de 2008

Papelito para la oposición



Girar como rueda sin fin. Gritar de impotencia. Señalar errores. Denunciar y gesticular. ¿Es todo lo que puede hacer la oposición? Pues menuda oposición la que tenemos. No le alcanza ni para la limosna y hace el triste papel del desconsolado. Esto señores no nos conmueve ni nos llena de satisfacción, precisamente cuando Bolivia necesita de una voz con lucidez que nos guíe, que nos señale el rumbo por el cual vamos a enfrentar la crisis mundial que en pocos meses nos envolverá en su manto de desgracias.
Ya que tenemos un gobierno preocupado por su reelección, por financiar movimientos sociales y hacerle la corte al señor Chávez y Castro, antes que mirar las demandas sociales que se ven cada día con la canasta de bienes alimenticios mermada, con la necesidad de migrar a cualquier otro país porque no hay fuentes de trabajo, con la inseguridad de ser asaltados a pleno día y la impotencia de vernos sin futuro, al menos deberíamos tener una oposición que le plante cara para recordarle porqué está ahí y para qué es gobierno.
Cuando hablo de oposición no me refiero únicamente a PODEMOS esos caballeros de triste figura y andar cansino, sino a esos Comités Cívicos que mostraron alguna vez gallardía en sus posiciones y esos Prefectos diezmados por la componenda política de unos desubicados que han pedido el rumbo de la fe. Pero por sobre a todo a los otros; los que hacen el papel secundario, por ahora, de extras sin nómina segura. A todos ellos les debemos demandar que se ponga en la agenda nacional los problemas que realmente deben estar.
Primero: ¿cómo, con qué y con quiénes vamos a enfrentar la crisis financiera mundial que nos quita precios a nuestras materias primas y golpea la producción nacional? ¿Qué paquete de medidas se están trabajando para que alguna vez desde hace cinco años tengamos políticas económicas coherentes?
Habrá que señalar la urgencia de ajustar el gasto fiscal, de planificar la inversión pública y de apoyar la inversión privada. Hay que decir cómo y de qué manera vamos a recuperar la frontera agrícola actual. Y qué estrategia debemos operar para recuperar los mercados externos perdidos.
Segundo: hay que terminar con la inseguridad institucional en la administración de Justicia. Lo que no se reduce a nombrar unos cuantos magistrados, sino a sentar las bases de un respeto serio a la independencia y coordinación de los órganos de poder. Cómo sigamos con dar de patadas a las puertas y traseros de los administradores de justicia y les pongamos la corbata del color que nos conviene, nadie ni dentro ni fuera del país creerá en los bolivianos.
Tercero: no es que con saber escribir nuestro nombre hemos dejado de ser analfabetos. Buen ejemplo de ello lo tenemos en la misma Presidencia. Hay que ser responsables en la manera de explicarle al pueblo lo que necesitamos para enfrentar la pobreza que nos inunda. Y habrá que ser claro con eso de que la nueva constitución con la bendición de moros y cristianos hará que al día siguiente de aprobada con la varita mágica del MAS y PODEMOS tengamos un país pintado de distinto modo. No señor. Lo que tendremos con toda seguridad es un país con los pies arriba y la cabeza abajo. Patas arriba se dice en buen cristiano. Y esto debería darle a la oposición bandera para rato en vez de estar distrayendo con eso de que le pusimos parches que nos garantizan lo que queríamos. Nada más alejado de la realidad.
Cuarto: hay que terminar con esos conceptos jalados de los cabellos sobre originarios que son el producto de mentes afiebradas creyéndose lúcidas y que desde laboratorios sociológicos europeos nos han venido a contar nuestra historia dividiéndola en un antes y después. Afirmando que los de antes tienen todos los derechos y los de después deben ser ciudadanos de segunda clase. Esa estupidez debe ser combatida sin miedo. Porque hace bastante rato que los aspirantes a dirigentes de la oposición tienen miedo de decirles a los disfrazados de ponchos rojos que no son los de antes, ni mucho menos, que son tan después como todos nosotros y que se dejen de esa mierda de creerse descendientes de Manko Kapack y Mama Okllo, que en el tiempo su sangre se ha mezclado lo suficiente y por eso somos como somos.
¿Será posible que despierte la oposición de la anestesia masista inyectada en diciembre de 2005?
Dante N. Pino Archondo

Sólo la muerte




(A los muertos de La Calancha)

Todos nuestros muertos, caídos en la injusta lucha del poder por el poder están ahora clamando desde La Calancha, y a vuelo de pájaro, hagamos un recuento de los que el Gobierno desconoce o pretende descartar que sean tomados en cuenta y menos investigados.
Los muertos de Huanuni (mineros asesinados por el Ejército). De Cochabamba( en el cerco del 11 de enero de 2007 por regantes y cocaleros bajo las órdenes del gobierno en un intento por destituir al prefecto Reyes Villa). De La Calancha en Sucre (tres jóvenes asesinados el 23 de noviembre de 2007 cuando el Ejército y milicias del MAS aprobaron con uso de la violencia el texto constitucional masista). Los muertos de las filas cívicas de Porvenir- Pando, 11 de septiembre de 2008.
A estos muertos negados por el Gobierno, en muchos casos, sorprendentemente se hizo el esfuerzo de elegirles como fecha de su desaparición el día 11, un número que se repite con un valor cabalístico y que se asocia con la caída de las torres gemelas, marcada como la fecha en la que se hirió de muerte al capitalismo.
En todo caso podemos colegir que es en realidad un gran enigma que las muertes que son negadas hayan sido concebidas por autores que las quisieron delegar a la categoría de un hito, de un símbolo que no repara en personas sino en el hecho de suplantar y superponer una marca y emblema de un poder sobre otro.
En el caso de los muertos de Porvenir, el gobierno logró perfeccionar el nuevo estatus de marginamiento en el acto mismo de la muerte. Las bajas de las filas cívicas no existen, son sólo una referencia obligada, pero no tienen fuerza de exigencia de investigación o de demanda de justicia. Los muertos campesinos-reclutados por el MAS y el ministro Quintana, son sin embargo tan gravitantes que sus decesos provocaron la toma de Pando, militarización con muerte de un pastor evangélico, abandonado a 13 horas de cruel agonía, el secuestro y reclusión del prefecto Fernández y de más de una treintena de ciudadanos que seguirán en prisión con procesos manipulados por el Ejecutivo.
Tal es la desigualdad en la muerte, que los campesinos matados en Porvenir provocaron una investigación de la comisión de DD.HH de UNASUR y para ellos en exclusividad se les otorgó a sus decesos la categoría de “masacre y genocidio”.
Por el contrario, las otras muertes son casos archivados por falta de pruebas y no pueden ni por asomo aspirar a la calificación de genocidio ni de masacre porque para el gobierno son muertes inexistentes, borradas y escupidas de la historia que pretenden escribir con el codo.
Nos encontramos con que en la pesadilla de estas mortandades anunciadas con fecha, con cábalas, con epítetos grandilocuentes para unos y olvido y destitución para otros, hay muertos que valen un genocidio y una masacre para levantarlos como banderas izadas y como carteles que anuncian otras muertes que en el registro de los calendarios de la dictadura serán excluidas, subalternizadas, escondidas, no nombradas y por último desaparecidas.
El trato desigual incluso en la muerte es el sello inequívoco de las dictaduras más voraces y carnívoras, situación que inspiró la tragedia griega de Antígona, en la que una mujer se convierte en el emblema de la exigencia de justicia, exigiendo que el cuerpo de su hermano derrotado por el tirano no sea destinado a que lo devoren los carroñeros pues ella lleva hasta su muerte la demanda de una digna sepultura; lo que en el momento actual significaría, esclarecimiento, justicia, investigación y juzgamiento ecuánime de los implicados en la desigual carnicería que se ha llevado a cabo en La Calancha, en Cochabamba y en Pando.
Pero más allá de las decisiones de las tiranías, sabemos que las muertes que no son vengadas se convierten en antorchas, en almas que se quedan a exigir justicia tal como nos dicen los versos de Pablo Neruda:
“Hay cadáveres/hay pies de pegajosa losa fría/hay la muerte en los huesos/como un sonido puro/como un ladrido sin perro/saliendo de ciertas campanas, de ciertas tumbas/creciendo en la humedad como el llanto o la lluvia”.
Y desde este poema podemos decir que el joven Urresty, los mineros, los chicos de La Calancha, los cívicos de Porvenir no desaparecerán, porque la muerte los ha ahondado en las raíces vegetales de los ideales que sobreviven auque el corazón se ahogue.
Neruda anuncia que ellos seguirán, que ellos están con nosotros, que son y serán por siempre nuestras voces, nuestros ojos y nuestros oídos:
“A lo sonoro llega la muerte como un zapato sin pie/ como un traje sin hombre/ llega a golpear con un anillo sin piedra y sin dedo/llega a gritar sin boca/ sin lengua, sin garganta/Sin embargo sus pasos suenan y su vestido suena, callado, como un árbol”.
Centa Reck

jueves, 20 de noviembre de 2008

Abuchean a Evo en la sede de la OEA; tuvo que salir por la puerta trasera





Un boletín electrónico de la comunidad boliviana residente en Estados Unidos dio cuenta del bochorno que tuvo que vivir el presidente de la República, Evo Morales, ayer, en la sede de la OEA, en Washington (EEUU).Según el informe, a la llegada del mandatario, alrededor de las 10:20, de ayer, los manifestantes lo recibieron con consignas en su contra y tuvo que entrar con la cabeza agachada. A la salida, el grupo había crecido, por lo que el cuerpo de seguridad presidencial tuvo que sacarlo por una salida alternativa.Aunque el boletín no cita una fuente con nombre específico, las fotografías enviadas mostraron a un grupo de manifestantes con banderas bolivianas, cruceñas, estadounidenses y hasta una wiphala, acompañadas por pancartas con consignas en contra de Morales y Hugo Chávez. “No tuvo el valor de darnos la cara para salir por la puerta que entró y tuvo que huir a través de un túnel”, expresó el reporte.
Fuente: BOLIVIA CONFIDENCIAL

Una raya más al tigre


La última gira que está realizando Evo Morales en los EEUU y en la que tiene como principal motivo dar a conocer una agenda en favor de su proyecto de constitución, está rodeada de un clima muy distinto al aura que tuvo su primera gira del año 2006 después de que accedió a la Presidencia, cuando el mundo creyó ver en él no sólo un Presidente indígena, sino la posibilidad de un hombre en ascenso, un hombre que saliendo del seno del pueblo se esperaba que estuviera dispuesto a favorecer al pueblo.
Hay una gran distancia entre la imagen de Evo, que con su chompa rayada fue de continente en continente y que hizo renacer nuevas esperanzas de mayor justicia, menor discriminación y más respeto a los derechos y libertades, provocando no sólo curiosidad, sino incluso grandes expectativas.
En la actual gira hemos percibido que Evo Morales ya no es visto como el hombre de cambio ni como el reivindicador de derechos que propagandearon con bombos y platillos sus asesores y agentes de comunicación.
Pero si el mundo ve ahora a Evo con otros ojos no es porque su figura se haya desgastado por el simple paso del tiempo o porque los mitos son propensos a irse desdibujando, sino porque Evo y sus colaboradores se han encargado de derrumbar la imagen que la comunidad internacional se había labrado de él, llevando a cabo una gestión que se ha caracterizado por graves hechos de violencia que no se esclarecen y a los que se los reviste de mentiras, por reformas plagadas de ilegalidades, violación de la separación de poderes, faltas graves de respeto a los convenios y las relaciones diplomáticas internacionales y todo esto coronado por un altísimo nivel de corrupción, uno de los mayores niveles de corrupción del que tengamos memoria.
Las explicaciones que dio el presidente Morales al interior de la ONU y de la OEA sobre el proceso que está llevando a cabo en Bolivia y que plantea un cambio de constitución, resultaron plagadas de imprecisiones, ahogadas en interpretaciones unilaterales y que falsean la realidad de los hechos en los que su Gobierno se ha visto implicado.
Para colmo de males, estos discursos comienzan a generar resistencia porque no sólo los bolivianos saben que no responde a la realidad, sino que también gran parte del mundo y de las organizaciones han descubierto que el Presidente tergiversa la información y los datos para quedar bien, para hacer creer que sigue actuando en democracia, y esto aquí y en la China se conoce como engaño y manipulación, una de las acciones más censurables y que mayor desconfianza y rechazo generan.
Prueba de que su persona ya no arranca las mismas simpatías fue la entrevista que tuvo con la conductora Patricia Janiot, en CNN, la misma con la que hace un tiempo atrás Morales queriendo caer simpático tuvo el mal tacto de coquetearle con una broma de mal gusto en la que le mencionó que era una señora que se comportaba como señorita.
En la presente ocasión, la Janiot, le ajustó las espuelas y le pidió que explicara cómo es que mantiene preso al prefecto de Pando desobedeciendo y pasando por encima todos los fallos de la justicia. Morales, quiso salirle al paso haciéndose el que no tiene nada que ver con el asunto, pero fue un mal paso y dejó la impresión de que no tenía explicaciones jurídicas, puesto que el prefecto Leopoldo es un rehén político de su Gobierno, tal como los otros confinados, situación que no es susceptible de una explicación coherente porque simplemente no la tiene.
Prueba de este descrédito que va creciendo en proporciones crecientes es que tuvo que enfrentarse con una protesta que realizaron ciudadanos bolivianos quienes se apostaron a las puertas de la sede de la OEA reclamando por el abandono en el que se encuentran en el exterior y por los enfrentamientos y las violaciones de derechos que se viven en Bolivia.
Evo Morales, quien no baja la guardia fácilmente, dijo que pediría a la OEA para que lo apoye en la implementación de su proyecto de constitución, lo cual significaría que la OEA le siga ayudando a imponer las política que está imponiendo, que son resistidas y rechazadas porque sólo benefician a la acumulación de poder de su gobierno.
El Presidente, que ahora privilegia su gestión política a poner freno a los linchamientos, la corrupción que se campea como un cáncer en todas las instituciones del Estado y la violación reiterada y permanente de las garantías constitucionales, no se inmuta ante la evidencia de haber cambiado la imagen del hombre con una chompa rayada por la de una raya más al tigre.
Centa Reck

lunes, 17 de noviembre de 2008

No hay paz sin justicia


La Iglesia Católica sabe que no ha recibido críticas gratuitas del Gobierno, pues sus acciones están del lado de los desprotegidos, de los derechos y libertades ciudadanas, razón por la que el Gobierno intenta acallar una voz que está con el pueblo, sus reivindicaciones reales y no políticas, su ejercicio de ciudadanía y el derecho que tienen los desprotegidos del poder a ser escuchados bajo cualquier régimen y marco de ejercicio del poder terreno.
Con acierto la Iglesia dice que "desenmascarará" a Evo Morales, porque la Iglesia no hace política sino que valora lo positivo y negativo en el aspecto social de las gestiones que emanan de quienes se dicen servidores del Estado, pero que para serlo realmente tienen que probar que son capaces de ejercer el privilegio de los derechos sobre la conveniencias de las tiendas políticas y de quienes están en ejercicio del poder.
La Iglesia católica de Bolivia se ha ganado el respeto de la ciudadanía al declarar que valorará lo positivo del gobierno del izquierdista Evo Morales, pero lo "desenmascarará" si sus acciones no contribuyen a los cambios que espera el pueblo boliviano”, según declaraciones que hizo el arzobispo Jesús Juárez en la prensa local.
Juárez señaló que tras la reunión que los religiosos mantuvieron el lunes pasado en el Vaticano, entre la cúpula católica boliviana y el papa Benedicto XVI se reforzó el criterio de que los hechos positivos de la administración de Morales, un aymará de fuerte discurso izquierdista, serán apoyados pero que los errores serán criticados, lo que nos parece un acierto en la política de la Iglesia frente a su amplia feligresía que no esperaba otra cosa que una posición de compromiso con la justicia y la verdad de parte de su iglesia.
El Monseñor Juarez ha sido un fiel defensor de los derechos sociales, pero sabe que tras estos derechos se pueden parapetar otro tipo de intereses que no van de la mano de la justicia social. Para el arzobispo, el criterio es "valorar todo lo que es positivo en este proceso de cambio y también sentir la libertad de desenmascarar ciertas situaciones” que no contribuyen a el proceso en positivo que el pueblo boliviano está esperando.
Por supuesto que los que tienen intereses cifrados en lo que se puede llamar proceso de cambio sin serlo, pueden salir con un sin fin de críticas mal intencionadas, pero lo que importa es la posición de quienes defienden los derechos y libertades, los principios que no pueden ceder frente a los reproches de quienes acusan para obtener sus propios fines y que en definitiva están reñidos con la justicia social que defiende la iglesia, cuyos objetivos y cuya labor está más allá de los intereses terrenos.
Juárez, ha planteado con acierto que "la Iglesia tiene que seguir con esta actitud crítica: positiva para decir esto está bien, esto hay que corregir, para que tengamos días de paz, progreso y desarrollo, la paz no es posible sin la justicia".
Morales, tiene que plantear que sus posiciones frente a la Iglesia Católica están teñidas de interese políticos, porque eso y no otra cosa es lo que lo lleva a afirmar que la Iglesia Católica es un factor de opresión de los pueblos indígenas, remitíendose incluso a la colonización española para buscar sustento en sus acciones que violentan los derechos humanos de los ciudadanos bolivianos.
Evo no profesa la fe católica, no muestra una buena predisposición a la relación con la jerarquía eclesiástica, por lo que mostró que apenas asumió su mandato en enero del 2006, planteó que quería eliminar la injerencia de la religión en la educación boliviana, planteando una reforma educativa que contemplaba la supresión de la enseñanza del catolicismo en el currículo escolar. Para muestra basta un botón.
Centa Reck

martes, 11 de noviembre de 2008

El mayor triunfo del mas


Dando por hecho su triunfo en el referéndum convocado para el 25 de enero próximo, el Movimiento al Socialismo se ha puesto a trabajar arduamente en la redacción de las leyes con las cuales quiere instaurar en Bolivia de un régimen “comunitario”, término acuñado para referirse a la novedosa fusión entre el socialismo clásico y el indigenismo de nuevo cuño.
El proceso se desarrolla paralelamente en dos fases: la sistemática destrucción de la institucionalidad republicana, y su sustitución por una nueva, una en la que todo el andamiaje legal esté plenamente al servicio del nuevo Estado.
La primera fase se puso en marcha desde el día mismo en que el MAS asumió el gobierno, pero todavía no, según sus propios términos, el poder total. Así logró, recurriendo a mecanismos ilegales, como las acciones de hecho, neutralizar al Poder Legislativo, iniciativa que le fue extraordinariamente facilitada por la pusilanimidad de los parlamentarios de la oposición, quienes entre ingenua y maliciosamente, se prestaron al juego.
Es tan contundente el éxito que el oficialismo obtuvo en ese empeño, que la redacción de las nuevas leyes que completarán su proyecto de Constitución, no ha sido asignada a los legisladores, como debería ser en un régimen republicano, sino al que en los hechos ha asumido ese rol, el Consejo Nacional por el Cambio, Conalcam. Se anticipa, así, lo que será la futura Asamblea Nacional Plurinacional.
No fue hasta ahora, en cambio, igual de exitosa la labor destructiva del Poder Judicial. El MAS logró destruir el Tribunal Constitucional, con lo que dejó el camino despejado para obviar cuanto límite impone a sus arbitrarios actos la Constitución Política del Estado. Pero fracasó en su objetivo de someter a su voluntad a la Corte Suprema de Justicia. Sin embargo, por lo visto, no se detendrá. La decisión es que no quede nada en pie, de modo que el nuevo Estado se erija sobre un cúmulo de escombros del que está muriendo.
Todos esos son notables avances que el MAS se anota en su camino hacia el control absoluto del poder, aunque ninguno de ellos se puede comparar con el de mayor resonancia: haber logrado que la oposición no sólo acepte como algo inevitable e inclusive deseable que eso ocurra, sino que además, se sienta orgullosa de contribuir a ello.
El entusiasmo con que lo poco que queda de la oposición política, Podemos y UN, hace campaña a favor del proyecto de Constitución del MAS, ante la tolerante mirada de quienes en algún momento les confiaron la tarea de representarlos, es el más significativo triunfo del oficialismo; es la consumación de la derrota de un país que en algún momento creyó en la necesidad y conveniencia de vivir en democracia, con libertad política y económica.

viernes, 7 de noviembre de 2008

La justicia en el banquillo de los acusados

Como lo venimos advirtiendo desde este espacio en reiteradas ocasiones, el rasgo central del proceso político que está en marcha en nuestro país consiste en la paulatina pero firme sustitución de un régimen constitucional por uno autocrático. Es decir, Bolivia está dejando de ser un Estado regido por una Constitución Política y el andamiaje legal que la respalda para convertirse en uno en el que voluntad de una sola persona es la suprema ley.
El Presidente de la República, en numerosas ocasiones, ha proclamado franca y abiertamente su inclinación por la autocracia. Ha dicho que las leyes son un estorbo y ha instruido a sus abogados que hagan lo necesario para “legalizar lo ilegal” cuantas veces sea necesario. Y para que no queden dudas sobre la seriedad de sus palabras, también en ya excesivas ocasiones las ha respaldado con los hechos. Y lo que es aún peor: lo ha hecho con la aquiescencia del Poder Legislativo.
Como resulta de obvia deducción, un régimen autocrático como el que propone Morales es absolutamente incompatible con los fundamentos básicos de uno democrático: la independencia de poderes. Por el contrario, lo que requiere es que todos los poderes del Estado se sometan a la voluntad del gobernante y actúen como simples reparticiones ejecutoras de las órdenes impartidas.
Un paso importante tras ese objetivo lo dio al lograr el sometimiento del Poder Legislativo que, como se ha visto durante las últimas semanas, ha renunciado a su rol y se ha prestado, más bien, a avalar un sinfín de ilegalidades.
En su afán de someter al Poder Judicial, en cambio, el Poder Ejecutivo no ha tenido, hasta ahora, más que éxitos parciales. Ha logrado derribar a uno de sus pilares, el Tribunal Constitucional; pero ha fracasado en el más importante de sus objetivos: someter a la Corte Suprema de Justicia.
La firmeza con que el máximo tribunal del Estado ha salido al paso de las arbitrariedades gubernamentales se ha constituido en la última línea de defensa de la institucionalidad republicana y de los derechos básicos de la ciudadanía. Y eso, por las razones expuestas, es algo que el gobierno del MAS no está dispuesto a tolerar. Por ello, y como era previsible, el Poder Ejecutivo ha desencadenado un conflicto de poderes que apunta a dejar el camino expedito, libre del “estorbo de la ley”.
El juicio penal anunciado contra uno de los ministros de la Corte Suprema de Justicia es la próxima batalla entre la democracia y la autocracia. Si el gobierno tiene la audacia de pasar de las amenazas a los hechos, pondrá una vez más a la legalidad ante una de sus más difíciles pruebas. Es de esperar que antes de llegar a ese extremo, los legisladores se pronuncien en defensa de lo que manda la Constitución Política del Estado.

domingo, 2 de noviembre de 2008

Mercancía trucha...


Alguien con gran facilidad y enorme habilidad, nos está vendiendo gato por liebre. O para estar más a tono con el país, nos la están metiendo de contrabando. Y estoy azorado ante la felicidad que expresan protagonistas y comentaristas sobre la extraordinaria capacidad de diálogo de los bolivianos y los niveles de sencillez, paz y armonía con las que “gobierno y oposición han podido llegar a los acuerdos”. Primer contrabando de mercancía trucha (falsa, en cristiano): ¿cuál oposición? La única oposición real que tuvo esta gestión gubernamental fue la regional y sus expresiones prefecturales. Y esa oposición fue derrotada sin discusión posible. Tanto, que lo único que le quedó fue contar con la clemencia internacional para que fuera sólo un prefecto, y no todos, los presos en San Pedro.
¿Cuándo fueron oposición Carlos Böhrt, el MNR y Unidad Nacional? ¿Qué gran porcentaje de opinión nacional representan, ¡juntos!, para operar en unas horas o días el milagro de que “la Constitución del MAS”, se convierta en “la Constitución de Todos”? ¡Mercancía trucha!
Y me refiero a más de una opinión docta: “ésta es mejor que la anterior”. Razonamiento tramposo, porque en realidad lo que se ha hecho es agarrar un esqueleto de ilegalidad (lo de La Glorieta y Oruro no es legal) para vestirlo con un disfraz de acuerdo que se convierte, de hecho, en la legalización del texto anterior... ¡mercancía trucha!
Conquista periodística: hemos logrado que no se imponga el control de la información y de la libertad de expresión. ¡Si con la actual Constitución en plena vigencia, se impide ese ejercicio por el empleo directo de la fuerza en la calle, el amedrentamiento oficial a los medios, la imposibilidad de castigo a los agresores! ¿En qué logros creen?
Y como todos sabemos que lo de los acuerdos, arreglos y pactos --públicos y clandestinos-- tienen como meta la redacción de constituciones que no son para definir la orientación política de un cuerpo social, sino para afirmar un poder mientras se pueda, se acepta la mercancía trucha, ¡porque no hay alternativa! ¿Habrá alguien que piense que con la nueva Constitución va a cambiar aquello del “no me importa si es ilegal... ¡le meto nomás!?
Y si para algo sirve todo lo que está sucediendo con el caso de Leopoldo Fernández --disposiciones judiciales, actitudes fiscales y desacatos gubernamentales, juicios a magistrados, declaraciones ministeriales sobre quién es buen juez y quién no--, es para terminar convenciéndonos de que lo del respeto al estado de derecho, es la mercancía más trucha de todas.
Y don Rubén Costas se contagió: según la interpretación que le escuché, “no hay que estar tristes, los autonomistas hemos ganado, el país se ha vuelto autonomista, hemos ganado”... ¡No pues, don Rubén, no se meta usted también al contrabando de mercancía trucha! Santa Cruz no está festejando, y tiene razón para no hacerlo. Ni están festejando Tarija, Beni, Pando o Chuquisaca.
Tuto está festejando. Don Lucho Vásquez, su cuate de siempre, Böhrt y los clandestinos están festejando. Y tienen razón porque son pasajeros oficiales del tren de los ganadores. Tuto va a ser protagonista en la campaña del SÍ. Sólo que en su caso, nadie puede quejarse de que venda mercancía trucha: ¡todos ya lo conocíamos como impostor! Eso sí, habrá que admitir que si no tenemos otra alternativa que un mamarracho de Constitución, ya no es culpa de los oportunistas... ¡es problema de país!
CAYETANO LLOBET