viernes, 26 de septiembre de 2008

Plan Caballo de Troya




El alivio momentáneo que ha experimentado la población cruceña, ante el sorpresivo retiro del Cerco a nuestra ciudad, debe alertarnos de que esto no representa en absoluto una declinación a los planes violentos y genocidas que ha concebido el Gobierno y sus milicias contra nuestra sociedad demócrata y firme apóstol de la libertad.
Responde más bien a un cambio de planes, ante el fuerte repudio que provocó a nivel internacional ver a las milicias masistas portando armas y con actitud francamente beligerante avanzando sobre Santa Cruz.
El cambio de planes decidió al gobierno de Morales a seguir con la batalla desde adentro, para lo cual ha dejado un fuerte contingente de milicias masistas dentro del plan Tres Mil de nuestra ciudad y otros siguen siendo acarreados y distribuidos en puntos estratégicos, así como ciudadanos cubanos que llegaron recientemente a Santa Cruz, mostrados por la televisión local, quienes trabajarán para que la guerra civil aflore supuestamente desde dentro de nuestro departamento, con la pretendida estrategia de hacer creer que los "pobres" del Plan y otros barrios se están enfrentando contra los "oligarcas y terratenientes" cruceños.
Un verdadero plan intestino al que los estrategas del MAS califican como nacido de las teorías de Sun-Tzú, el gran militar chino, al que se le atribuye el libro "El arte de la guerra", que plantea que la guerra es esencialmente un arte del disimulo, de lo inesperado y de despistar al enemigo.
Los masistas consideran que su General Evo Morales ya está haciendo la guerra a la Media Luna, a la Bolivia demócrata que se niega a caer en la tiranía. Entre estos golpes en los que Evo ha ganado parte de la batalla, plantean la pérdida de dos prefectos afines al proyecto demócrata y autonomista, hablamos de Manfred Reyes Villa y José Luis Paredes, descabezados en el inoportuno Referéndum Revocatorio.
También consideran como otro golpe inflingido a las regiones autonomistas la militarización y posterior encarcelamiento del prefecto Leopoldo Fernandez, comandada por Juan Ramón Quintana quien ha desaparecido de la escena política desde la matanza que dirigió en Cobija, pues tiene ahora labores militares que comandar.
En el golpe de Pando el gobierno destinó que mueran normalistas y campesinos a los que obligó a asistir y destinados a ser la carne de cañón de la Revolución en Democracia, cual es el proyecto Masista.
El otro golpe que está en espera de ser perpetrado es el del "dialogo" para el que ha sentado a los prefectos de los que espera obtener una firma de endose del proyecto autonomista a la constitución del MAS.
Si esto no ocurriera se pasaría a operativizar el Plan "Caballo de Troya" para provocar un efecto de camufle, sacando inesperadamente a las milicias del MAS desde dentro de nuestra propia ciudad, con centro de operaciones en el Plan Tres Mil.
Este sería el golpe definitivo, porque además de provocar una supuesta guerra intestina, que por supuesto no es tal, sino que está armada, no dejaría rastros de la invasión miliciana a la ciudad, además que empodera lo colla sobre lo camba de frente al futuro, planteando que son cruceños los milicianos collas que luchan por las reivindicaciones Masistas, lo que ya se ha hecho con Silvia Lazarte, Carlos Romero, los colonizadores de San Julián, entre muchos otros casos en los que se ha contado con la permeabilidad de la visión universal de la sociedad camba de brazos abiertos, la que está presta a transformar a cada migrante en un cruceño más.
Si tomamos atención el gobierno ha puesto serios esfuerzos en trabajar comunicacionalmente el proyecto de rompimiento del "nosotros cruceños" al que sociológicamente nos adherimos los cruceños planteando una unidad cultural y sobre todo vocerías y expresiones con las que nos definimos como pueblo cohesionado socialmente.
El MAS ha planificado sus estrategias para plantear que desde un círculo de clase media, milicianos trasladados a nuestra ciudad, los colonizadores masistas, se plantee un discurso y sujetos que se erijan como portadores y detentadores del discurso y la propiedad de identidad cruceña, como nuevos actores, nuevos protagonistas de la historia cruceña, destructores intestinos de nuestra identidad y nuestra cultura, un SIDA social que podríamos comenzar a padecer bajo el paraguas del MAS.
Ojo cruceños, tomemos nota, estamos a punto de padecer una invasión desde dentro, la primera gran invasión intestina con la que estos totalitarios, invasores, colonizadores, fagocitadores, antropófagos sociales quieren destruir nuestra sociedad y nuestra cultura.
Por eso es que el proyecto de la Media Luna debe ser macro, de férrea defensa de la unidad y del apoyo mutuo entre todos los pueblos y departamentos que han configurado el CONALDE, incluso de aquellos que ahora han perdido prefectos, pero que deben ser reivindicados y retomados.
Se deben hacer estrategias que respondan a estos riesgos y alertamos a que no se desoigan los aportes de una ciudadanía responsable, consecuente, siempre firme, incluso a expensas de ser vapuleada por la incomprensión de propios y extraños.


Centa Reck

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