martes, 15 de julio de 2008

¿En qué pensaban...?

El último 23 de junio -¡no ha pasado un siglo!-, cinco prefectos, en declaración pública y con carta al Presidente, comunicaban al país su decisión de no aceptar el referéndum revocatorio. Lo hacían en tono solemne, fuerte y decidido. Quince días después -¡nada más!-, dos de ellos, con la misma solemnidad, el mismo tono, notificaban exactamente lo contrario de lo que habían dicho en Tarija. Después fueron tres y luego cuatro. El único que mantuvo la misma posición anterior, fue Manfred Reyes Villa.
¿Qué pasó? Porque habrá que admitir que si en el lapso de quince días, ¡sin que medie ninguna circunstancia nueva de fondo!, asumen dos actitudes contradictorias, en una de las dos han actuado irresponsablemente.
Que hubo la entrevista con Tuto Quiroga y un buen trabajo de celestinaje, es rigurosamente cierto. Pero descubrir ahora, que Tuto y Podemos tenían que realizar su labor de supervivencia ayudando al gobierno, es descubrir el agua tibia. Hace rato que lo están haciendo: en los dos tercios, en la ampliación de la constituyente, en la aprobación del “referéndum para Evo” y, ahora, en las gestiones para que todos participen en la ratificación de Evo. ¡Tan claro, que el propio Presidente ha saludado y felicitado la decisión de los prefectos!
Podemos sabía de la inconstitucionalidad, la inequidad y la injusticia del referéndum. Sabían –y copio a don Luis Vázquez- “que los dados estaban cargados”. ¿En qué estaban pensando cuando aprobaron la ley? Después de unos días, cuando todo el mundo los califica de impostores y traidores, tratan de presentar un rostro de rectificación, modificándola, ¡sabiendo que en el Parlamento no pasará! Por favor, ¡no nos hagamos los cojudos y asumamos que Tuto y Podemos -por estrategia o por estupidez-, trabajan para el gobierno!
Pero los prefectos, ¿en qué piensan? ¿Suponen, por casualidad, que Evo va a ser revocado? Y si lo es, ¿que se va a ir a trabajar su cato de coca con una quinceañera, como lo anunció? ¿Tan en la luna estarán? Para Rubén Costas, presumiblemente, no hay problema. Pero me niego a sospechar que la decisión de Rubén hubiera sido tomada porque sólo estaba pensando en él y en su continuidad. Si fuera así, ¿a qué fue a Tarija y por qué suscribió la decisión anterior? Improvisación no hubo, porque gente muy cercana a él, me avisó antes y con el mayor entusiasmo, que se había logrado convencer a todos de que no había que ir al revocatorio... lo saben los que me lo contaron.
Una cosa que deberían haber asumido los prefectos es que no se puede declarar la guerra si no se cuenta con las tropas. Y cuando la declararon, es obvio que contaban con las acciones de resistencia civil para bloquear el referéndum... ¿se equivocaron? Ellos sabían, antes de la reunión de Tarija, que el gobierno es tramposo y que, además, es un tramposo cínico. Ni había ni hay misterio. ¿Qué han descubierto?, ¿en qué estaban pensando?
No hay ninguna duda -y no es excelencia en el análisis-, de que entre idas y venidas, afirmaciones y rectificaciones, aprobaciones y arrepentimientos, el gobierno ha recuperado la iniciativa. Las regiones la habían ganado y ahora están a la defensiva. Y el ajedrez de la política es así: alguien ataca y el otro se defiende. Le dieron al gobierno el inmenso regalo del revocatorio relleno de trampas. Con goleada antes del partido, el Universitario -¡mi homenaje al campeón!-, le gana al Chelsea.Los que le hicieron el regalo y los que le entran al juego con trampa, ¿en qué están pensando?
Cayetano Llobet

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